Se conocieron 60 años después de haber vivido sus respectivas infancias en el mismo lugar. Uno asentado en el pueblo (y también en la silla ¿por qué no?) y otro turista, charlan apaciblemente a escondidas del fuerte sol de verano; conocidos comunes, familiares, amigos, vecinos, los que están, los que se fueron de la tierra o al cielo...etc.